Carolina Herrera no se equivocaba cuando la vio en aquel ascensor por primera vez luciendo una blusa confeccionada por ella misma y por su madre justamente para ese encuentro. La observó con esa mirada de ralea que tanto le caracteriza – levantando una ceja y entrecerrando los ojos- y le preguntó con su marcado acento caraqueño:

– ¡Niña! ¿Dónde compraste esa blusa?

A Carolina Herrera y a un sinfín de personalidades ligadas a la moda y al espectáculo, les respondería ésta pregunta la trayectoria que se ha trazado con esfuerzo, pero sobre todo con mucho talento, esta margariteña que se está “comiendo el mundo” con sus creaciones y sus diseños.

Sara Cristina Villasmil Millán

Sara Cristina Villasmil Millán

Sara Cristina Villasmil Millán, una hermosa y talentosa joven nacida en Porlamar y que creció entre San Juan Bautista y Puerto La Cruz. “La hija de Soraya” – también nacida en San Juan–  de quien aprendió desde tempranísima edad el oficio de la confección de prendas de vestir, la constancia y el esmero por hacer cada vez mejor las cosas.

-“A mi hija siempre le exigí perfección. Tal vez fui dura en su momento, pero fue lo que la llevó a la excelencia y a ser reconocida en su trabajo”.- Nos cuenta Soraya mientras nos atiende en su maravillosa casa Sanjuanera, entre ajíes, berenjenas y nísperos cosechados de su propio jardín, que nos daban ese nota y ese vaho cálido y cercano, tal como ella también es, mientras nos hablaba de su hija.

Sara culminó sus estudios de bachillerato en Puerto la Cruz y se fue a Tampa a estudiar Comunicación Social.  Allí se graduó y de inmediato regresó a su país para iniciar carrera y empieza, infructuosamente, a buscar trabajo en el área para la cual estudió.  Su intención era avanzar y especializarse en su campo, pero al mismo tiempo y ante la negativa de respuestas, el gusanito de la vena artística heredada de la familia (Su mamá costurera y su abuelo, Alcides Millán, uno de los orfebres mas destacados en la tradición joyera de la Margarita pre Puerto Libre, y también conocido por haber sido el diseñador de la emblemática “Oreja de Prieto Figueroa” símbolo distintivo del Movimiento Electoral del Pueblo MEP) empezó a andar en dirección a la costura, cuyo oficio había sido siempre algo en lo que su madre se había desenvuelto próspera y favorablemente.

Sara  confeccionó para ese entonces su primer traje de baño y lo modela ella misma en un día de playa entre amigas. Gustó tanto que al poco tiempo se vio produciendo, por encargo y en grandes cantidades, esta interesante y genuina prenda que ha sido su bandera en el mercado internacional, formando, quizás, la  parte más importante en su haber  y en su alcance creativo hasta el día de hoy.

Fue de esta forma que nace la inquietud de Sara por conocer y aprender más sobre el diseño de modas y se marcha a Nueva York a estudiar la carrera en la renombrada Parsons School of Design: Se trata, nada más y nada menos, que de una de las escuelas más reconocidas y prestigiosas de diseño en el mundo. Gente como Marc Jacobs, Alexander Wang, Alexander Calder, Roy Lichtenstein, Ai Weiwei y Donna Karan, entre otros, han estudiado ahí. En sus años de estudio, Sara se destacaba por ser una alumna muy adelantada con respecto a otros alumnos, pues ya había experimentado de alguna forma mientras trabajaba con su madre el proceso de diseño y la elaboración y marketing de ropa y accesorios.  En Parsons se graduó con honores y calificó para que hiciera su pasantía en la especialización de “Alta Costura”, y en esa dinámica la universidad los envía a hacer  prácticas en los talleres de los más renombrados diseñadores de moda del mundo.

También te puede interesar: Emigra de Venezuela y triunfa en el Master Cheff

– “Así fue como conoció a Carolina”.  -Nos cuenta Soraya, su mamá-   La universidad envió una carta de recomendación de Sara y Carolina Herrera la quiso entrevistar. Fue ahí cuando ocurrió la anécdota del ascensor:

– “Queríamos que Sara luciera especial para la ocasión. Estuvimos todo el día anterior confeccionando la blusa que llevaría puesta para la entrevista. Era una blusa sencilla, en seda, con un cuello de blonda espectacular y que estuvimos cosiendo y cuidando los últimos detalles hasta las doce de la noche para que quedara impecable”.

Y así fue. Quedó tan hermosa la blusa, según nos cuenta Soraya,  que cuando coincidieron en el ascensor el día de la entrevista, Carolina Herrera quedó prendada al saber que esa blusa la había confeccionado su futura pupila.  Luego que la entrevistó estuvo segura de dejarla trabajando en su equipo. Ahí se formó durante más de seis meses que duró su pasantía, y colaboró con la renombrada diseñadora en algunas de sus colecciones; por nombrar alguna en la que Sara sobresalió, fue en la última colección de zapatos donde se nota la influencia caribeña, pues destacaron mucho los zapatos en telas de flores y vivos colores.

Luego de hacer su pasantía, Sara salió lo suficientemente preparada como para levantar vuelo ella sola, y reafirmándose en el éxito que había obtenido en Venezuela diseñando y confeccionando trajes de baño, decidió  irse por ahí y crear su propia línea y su propia marca de esta prenda.

Sara Cristina Swimwear es la marca comercial de sus diseños. -“Los trajes de baño Sara están orientados a la mujer que le gusta la exclusividad, que es elegante, atrevida y le gusta distinguirse entre las demás”. Comenta la propia Sara en un blog  americano especializado en moda.

EL MAPIRE MARGARITEÑO PROTAGONISTA DE LA ÚLTIMA COLECCIÓN DE Sara Cristina Swimwear. 
Sara siempre se ha esforzado por diferenciarse de los demás y por hacer que sus diseños, colecciones y desfiles tengan ese toque alegre pero elegante que tanto gusta a sus clientes. En su última colección, Sara incluyó como pieza accesoria -y como un homenaje a sus raíces y a la tierra en la que creció- al Mapire Margariteño, que es una especie de “cesto” o bolso domestico, utilizado inicialmente por los indígenas y en el caso de Margarita por los aborígenes pescadores, elaborado y tejido en diferentes fibras vegetales (En Margarita se teje en el Valle de Pedro González y la fibra utilizada es la Carana). Ella le dio a esta pieza protagonismo especial, adaptándola  para ser usada y disfrutada como accesorio de playa, pero sobre todo, para llevar y mostrar  su cultura en todas partes a donde llegue su colección.

UN NEGOCIO FAMILIAR QUE HONRA NUESTRO GENTILICIO.

Sara Cristina Villasmil Millán

Sara Cristina Villasmil Millán

El éxito de la marca Sara Cristina Swimwear, además del innegable talento de la diseñadora y la influencia activa de Soraya, su madre, se debe a que opera como un negocio familiar. Sus dos hermanos menores, David y Deborah, son sus socios y aliados en la empresa. David, está estudiando en Parsons la misma carrera que su hermana mayor pero especializándose en el área de marketing; y Deborah está terminando en Suiza sus estudios de Administración y Finanzas. Todos ellos conforman un equipo de trabajo que se amalgaman perfectamente para hacer funcionar el negocio.

Debemos sentirnos súper orgullosos de estos jóvenes talentos, no sólo porque ponen de manifiesto que con tenacidad y perseverancia se pueden alcanzar las metas, sino porque, aun lejos de su terruño, llevan en sus anhelos y en sus proyectos las costumbres, el clima y los colores de su tierra, incentivando la producción y la confección nacional y poniendo en alto el nombre de Venezuela, convirtiéndose así  en personajes de leyenda. Todo el éxito para ellos.

 

 

Escrito por: Leticia Rojas. / Publicado también en: matasietecom

@PeriodismodeLeyenda

Share This